Volver a la rutina

Acabas de volver de vacaciones. ¿La pereza y el cansancio son tus compañeros estos días?

Volver a la rutina y al trabajo siempre se vuelve un proceso duro de reorganización. El estar desconectados de todo, el poder relajarnos, dedicarnos a nuestras parejas, a nuestros hijos, a nuestras familias, el veranito y sus ventajas lo disfrutamos tanto que no quisiéramos que se acabe nunca. Sin embargo, la vida se va formando por momentos, por etapas y cada una de ellas nos aporta cosas buenas que debemos aprovechar y disfrutar.

Existe un periodo normal de adaptación postvacacional, que puede durar una o dos semanas. No te asustes ni te dejes ganar por la ansiedad y tristeza que nos da al terminar nuestras vacaciones.

Tenemos una idea errónea en la que ponemos en lados opuestos y contradictorios la rutina diaria con las vacaciones. Esto no debería ser así. Si estás haciendo un trabajo que te gusta, viviendo en la ciudad que amas o teniendo a tu familia o amigos cerca, tu día a día debe ser muy agradable porque son estas pequeñas cosas de la vida la que la hacen valiosa y nos llenan de alegrías. La vida es una suma de pequeñas alegrías. No dejes de valorar y apreciar cada una de ellas, por más pequeñas que parezcan.

Hay que volver a la rutina sacando lo bueno que hay en ella, enfrentándola con pensamientos positivos y agradeciendo el tiempo que pudimos darnos de vacaciones, sabiendo que no todos pudieron hacerlo. Si te das cuenta siempre disfrutamos lo que no tenemos todo el tiempo, porque sabemos que tiene un tiempo límite y eso nos motiva a disfrutar con más ganas cada momento. Esta es nuestra vida y si no la disfrutamos ¿quién lo hará por nosotros?

Las vacaciones son una escapatoria de nuestra rutina, de nuestro trabajo y sobre todo de nuestras mayores preocupaciones, pero, esto no quiere decir que el resto del tiempo no podamos gozar de eso.

Un secreto: saca todos los días un tiempo de ocio personal, que sea por lo menos de 15 minutos y verás que cada día se volverá más ameno y aprenderás a disfrutar de cada detalle y momento que te da la vida. Otra cosa importante es agregar hábitos de las vacaciones al día a día, como por ejemplo desayunar lo que te gusta, darte el tiempo para leer ese libro que te tiene tan enganchado, ver una película y desconectar de todo o salir a tomar un café con tu mejor amiga… No hay nada mejor que hacer las cosas que nos gustan, y es un lujo que puedes hacerlo cuando quieras. Porque el tiempo se busca y si realmente se quiere, se tiene.

Por último, vuelve a hacer ejercicio y te mantendrás activa y con mucha energía para llevar tu día a día. El ejercicio libera serotonina que te permite estar de buen ánimo, nos llena de calma y nos ayuda a conciliar bien el sueño; la dopamina nos engancha gracias a la sensación de placer que aporta; y las endorfinas nos dan felicidad. El ejercicio nos ayuda a descargar ese cansancio, esas tristezas, esa ansiedad y recargarnos de energía positiva y de optimismo.

Para finalizar, te dejo estas afirmaciones para este momento de regreso a la rutina que puedes repetirlas varias veces al día para sentir sus beneficios y puedes acompañarlas de la flor de Bach Hornbeam para que sean aún más poderosas.

«yo decido cómo hacerlo y lo disfruto»

«me encanta lo que hago»

«soy feliz en mi día a día»

«estoy llen@ de energía».

Un abrazo infinito, D.