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junio 4, 2020

La ciencia del bienestar

Siempre me ha gustado seguir estudiando, aprendiendo o reforzando conocimientos. Esta vez quiero escribir este post inspirada en el curso MOOC «The science of wellbeing» de la Universidad de Yale. Me gustaría compartir contigo los puntos que más me marcaron a mí.

Para empezar, importante nombrar lo que Laurie Santos llamó la falacia de G.I Joe que nos plantea que solo por tener el conocimiento no es suficiente para cambiar nuestra conducta. Como dice Laurie: «el saber ocupa sólo una pequeña parte de las decisiones que tomamos en la vida real». Y esto lo quiero recalcar porque en la vida y especialmente, en el ámbito del crecimiento personal y de las terapias, no es suficiente conocer la teoría. Es fundamental aplicarla y repetirla con constancia en nuestra vida para poder ver algún resultado.

Para empezar, nos invita a medir nuestro nivel de felicidad y nos propone diferentes maneras de hacerlo. Y también a conocer nuestras «fortalezas de carácter» en https://www.viacharacter.org para desde ahí aprender a usarlas sacándoles el mayor provecho.

Aquí te propongo distintas tareas a realizar para ser más felices, que ya las conocerás porque las he nombrado en otros artículos:

1- Diario de gratitud: escribir todas las noches por lo menos 3 cosas por las que estás agradecido.

2-Saborear cada momento que te aporta felicidad: tomar distancia durante la experiencia y tomar conciencia de que es lo que me está aportando felicidad y llevarme esa sensación conmigo.

3-Realizar actos de amabilidad: más allá de lo que haces normalmente. Puede ser donar sangre, decirle algo bonito a un extraño, escribir una carta de agradecimiento, dar un cumplido, ayudar a tus colegas, donar para algo en lo que creas. Cualquier gesto es válido y poderoso.

4- Conectar con más personas. Aunque no lo creamos, todos somos seres sociales. Tómate una hora para conectar con alguien que no hayas hablado hace mucho tiempo, o conversa por 5 minutos con un desconocido. Simplemente siente cómo te hace sentir la conexión social.

5-Meditar: darte este espacio y tiempo para ti te permitirá notar cambios muy rápidamente.

6-Escribir una carta de gratitud a alguien que quieres.

7- Hacer ejercicio durante media hora al día

8- Dormir durante 7 horas. El sueño y descanso correcto es fundamental para mantener nuestra mente sana y por lo tanto mejorar nuestro estado de ánimo.

9- Invierte en los demás o en experiencias para ti. Está comprobado que nos hace más felices invertir en otros y también en experiencias personales mucho más que en cosas materiales. Muchas veces nos convencemos que lo material nos hará feliz por mucho tiempo. Sin embargo, cuando inviertes en experiencia no tienes tiempo de acostumbrarte a ella, te comparas menos y la compartes con los demás porque ellos disfrutan oyéndote, cosa que no pasa necesariamente con lo material. Así que la gratificación es mayor y más duradera con la experiencia.

En resumen, cuidarnos, ser sociables, amables y agradecidos nos hace más felices. La felicidad es una decisión de todos los días.

Aquí también me gustaría recordarte algunos de los muchos beneficios que aporta la gratitud:

Mejora del ánimo

Disminuye el nivel de estrés

Baja la presión arterial

Fortalece el sistema inmune

Nos permite sentir conexiones sociales más fuertes

Aporta abundancia y optimismo

Por eso los que me conocen, saben que la gratitud es uno de los elementos que más me gusta trabajar y aplicar en sesiones.

Para finalizar, la felicidad está en gran medida en nuestras manos. Sonja Lyubomirsky nos dice que «50% está determinada genéticamente, 10% por las circunstancias de vida y 40% por nuestras acciones, actitudes, optimismos, pensamientos y la manera en cómo reaccionamos a las situaciones». Esto quiere decir, que si hay muchas cosas que dependen de nosotros para cambiar nuestra felicidad.

La felicidad es un estado que no es permanente, y es por esta razón que debemos hacer constantemente algo que nos ayude a mantenerla o a subirla. Por ejemplo, entrar en el estado «flow» (fluir) que define Mihaly Csikszentmihalyi.

En este estado, la persona está inmerso, lleno de energía y disfrute en su actividad. Tanto que pierde hasta la noción del tiempo. Y para que esto suceda es necesario:

Tiene que ser un objetivo retador que nos exija habilidades para alcanzarlo. (Desafío en equilibrio con habilidades personales)

Haber atención enfocada a la actividad

-Que sea intrínsecamente gratificante

-Sensación de serenidad y control sobre la situación

-Distorsión de la noción del tiempo.

-Pérdida de la autoconciencia y de la sensación de las necesidades básicas

Este estado del «flow» todos lo podemos conseguir. Es cuestión de que cada uno encuentre esa actividad que lo apasione y lo desconecte de su entorno.

Para cerrar este post, quiero terminar con la frase que me encanta «La felicidad no es mi destino, es la actitud con la que viajo por la vida».

Si quieres ser feliz, solo hazlo.

Un abrazo infinito.

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