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enero 25, 2018

Pautas de crianza

Hoy te daré algunas pautas de crianza para llevar mejor la relación que tienes con tus hijos y sobre todo para hacerlo de la manera que más vayas a ayudarles a crear su propio camino.

Es importante recordar que debe haber autonomía para que haya aprendizaje, porque cuando hay imposición, no hay aprendizaje, simplemente hay miedo a no cumplir las reglas y a ser castigado.

Para empezar, diferenciemos un padre con autoridad de un padre autoritario. El primero es alto en reglas y alto en amor: no ejerce control sobre sus hijos, pone límites y permite la expresión de sus niños: hay comunicación. El segundo de éstos simplemente impone, porque «si».

Actualmente, sigue existiendo en algunas familias la manera autoritaria y violenta de educar a los hijos, creyendo que es la única manera de lograr lo que se quiere. Estos padres están muy equivocados porque esta técnica no sirve y en realidad le hacen mucho a daño a los niños. “Porque lo digo yo” no es una razón válida: los padres creen que saben más que los hijos pero no siempre es así. La comunicación con amor, la explicación y la claridad es fundamental.

Otra modo que existe de ejercer la autoridad es la de premios y castigos que lo único que hacen es manipular la conducta. “Si haces X, puedes hacer Y” y esto en realidad es más perjudicial de lo que puede parecer. Esta estrategia tiene fecha de vencimiento ya que solo sirve en el momento que estamos presentes; no hay aprendizaje para futuras ocasiones. Si le prohibes jugar antes de hacer los deberes, lo va hacer mientras estás presente recordándoselo, pero cuando no estés no le va a importar seguir esa regla. Necesitamos darles razones de por que deben ser así las cosas. Esto también nos evitará caer en las mismas peleas una y otra vez.

Otro error muy común es mentirles a los hijos porque como son pequeños creen que no se darán cuenta o que se les olvidará rápido. Una vez una pequeña de 8 años me dijo que todos los adultos eran unos mentirosos y no se puede creer en ninguno. Las mentiras como por ejemplo «después hacemos esto» o «nunca más te vuelvo a dar un helado si sigues llorando» son amenazas que no vas a cumplir. Tu y tu hijo saben que es algo que no se va a cumplir y toda tu palabra empieza a perder valor y credibilidad. Recuerda que si dices algo debes cumplirlo. Tu palabra es la que te da el poder y el valor para que crean en ti y quieran tenerte como ejemplo y seguir tus reglas. Por eso ten cuidado con las amenazas que haces, que muchas de ellas no son posibles.

Entonces, ¿qué y cómo hacerlo?

1- Pon límites con amor, es importante que hayan reglas para respetar pero sobre todo que estas reglas sean efectivas, con un objetivo de bienestar y de aprendizaje y no como una muestra de poder.

2- Sé consistente con lo que dices y con lo que haces: más que tus palabras importa tu ejemplo.

3- Si prometes o dices algo, ¡cúmplelo!

4- Sé firme y amoroso: los límites y el amor pueden ir de la mano.

5- Pon reglas sobre el espacio y los derechos de cada uno en casa, las rutinas, los horarios y los deberes. Reglas que se deben cumplir por todos los miembros de la familia.

6- No utilices solo castigos. Estos crean shock en el momento pero no hay aprendizaje. Solo miedo. Antes de quitarles algo que les gusta, habla con ellos y explícales el por qué.

7- No prohibas cosas, explica el por qué no se deben hacer, el daño que puedan crear y así irán integrando razones válidas. Cuando prohíbes, les das más ganas de hacerlo y lo harán con o sin tu permiso.

8- Aplica el time out: esta técnica es muy efectiva cuando se hace correctamente. No solo es enviar al niño al rincón, es darle un tiempo para pensar lo que hizo y entender porque estuvo mal su comportamiento. ¡Hay que explicarle la razón del time out muy claramente!

En la mayoría de puntos quiero recalcar la importancia de la comunicación. Siempre permite que tu hijo se explique, dale un espacio para hablar. Luego tomas la decisión que debas tomar sobre lo que hizo y se la explicas.

El objetivo como padres es organizar la familia de una manera que todos estén integrados, sean felices y se desarrollen y crezcan sanamente. La paternidad no debe ordenar ni amenazar, ni imponer, debe guiar, enseñar y motivar. Por eso es importante dar razones y explicaciones para que las integren y las tomen como propias y que no tengan solamente comportamientos basados en el miedo y peor aún hacerlo todo a escondidas para evitar ser castigados. No amenaces, motiva. Permitir que los hijos se equivoquen es bueno porque los empuja a la motivación. En casos extremos imponer el «no» es necesario si el riesgo de dejarlos equivocarse es muy grande, en este caso es natural anteponer el cuidado.

Como regla general se privilegia la educación y no la autoridad. Te invito a que leas mi otro artículo sobre tipos de paternidad.

Si haces A lo más probable es B (hay consecuencia natural). Hay una idea muy interesante en la que se explica que cuando un padre dice «no hagas eso, te vas a caer» generalmente el niño se termina cayendo porque su inconsciente quiere darle la razón al padre. Debemos evitar expresarnos de esa manera y cambiar la certeza por la posibilidad «te puedes caer», para que sepan que existe la posibilidad pero que no es algo 100% seguro de que suceda y simplemente estén preparados para lo que puede venir si siguen haciendo eso.

En el caso de los adolescentes que están en un momento de transición y de conversión a la vida adulta. Viven muchos cambios: físicos, mentales (95% del cerebro se desarrolla de los 0a5 años y el 5% sucede en la adolescencia). Un adolescente quiere ser independiente, ser distinto y mostrar que puede tomar sus propias decisiones. Por eso verse parecidos a los padres choca contra el mensaje del cerebro de distinguirse. Hay que dejarlos que hagan eso diferente a nosotros. Solo es una etapa y lo va a dejar de hacer si no lo volvemos una lucha diaria.

Los adolescentes muchas veces tienen razón pero no se las damos porque queremos mostrar nuestro punto de poder. Debemos aprender a negociar: cosas tan pequeñas como a que hora llegar, con quien salir, donde ir de vacaciones….. «El adolescente prefiere equivocarse con una decisión tomada por él, que acertar por una tomada por ti.” En esa edad seguimos definiendo lo que queremos ser y debemos ayudarlos, no imponerles a ser lo que nosotros queremos que sean.

“Una familia con métodos autoritarios consigue hijos brillantes y obedientes. Una familia motivadora consigue hijos que tengan alas y raíces. Educar es motivar»

Se dice que para poder educar a un hijo de hoy hay que ser un padre de hoy. Los tiempos van cambiando, la manera en como nos relacionamos con los demás y con nuestro entorno también. No cometas los mismos errores que cometieron contigo. Si no te gustó algo que hicieron tus padres, no lo repitas tu con tus hijos. Es tu oportunidad de hacer las cosas mejor, aprendiendo de los errores de los demás.

Y sobre todo recuerda siempre dar lo mejor de ti con lo mejor que tienes.

Un abrazo infinito, D.

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