Me quiero como soy

Yo me quiero, no me quiero, me gusto, no me gusto… Parece que estuvieras arrancándole los pétalos a una flor deseando que la última sea «me quiero». Tu día a día está lleno de subidas y bajadas, parece que vivieras en una montaña rusa por tantos cambios de ánimo que te suceden.

¿Cuantas veces oímos la palabra autoestima? Es en realidad un concepto que está presente en nuestros días, en nuestra vida y a veces no sabemos bien ni de que se trata.

A mí me gusta definirla como la valoración que hago de mi mism@, de mi cuerpo, de mis pensamientos, de mis emociones y de mi vida. Y esta manera de vernos va determinar, en gran medida, nuestra felicidad.

Una baja autoestima puede terminar en otros problemas comunes como por ejemplo la depresión, la ansiedad, las obsesiones o conductas dañinas. Por eso es importante trabajarla. Para empezar, no te compares con los demás, en la vida cada uno es único e irreemplazable.. no hay nadie mejor ni nadie peor, solo somos diferentes. Cada uno con sus cualidades y sus defectos, con sus atributos y sus vulnerabilidades. Cada uno decide quien quiere ser con todo lo que tiene.

Por otro lado, un autoestima alta no quiere decir ser egoísta o arrogante sino entender que todos somos diferentes y no hay necesidad de compararse y menos de sentirse superior.

Ámate, vive tu vida, que la de los demás se pueden encargar ellos mismos.

Cuando empiezas a quererte, a valorarte, a sonreírte… todo a tu alrededor cambia. Las relaciones dañinas van desapareciendo, creas nuevos amigos, logras las metas que te propones y disfrutas la vida.

¿Cómo hacerlo? Louise Hay nos recomienda:

–Deja de criticarte: si algo no te gusta, cámbialo y mírate a un espejo y di todas esas cosas bonitas que sabes que tienes. Apréciate que si no lo haces tu, nadie lo hará por ti.

–Perdónate: lo que pasó, en el pasado se quedó. No puedes cambiar lo sucedido pero puedes cambiar tu actitud frente a ello. No cargues con eso en tu mochila de viaje, libérate y vive ligero.

–Cambia esos pensamientos negativos que tienes constantemente sobre ti. Recuerda momentos de placer y que te hacen feliz. Tu mente también necesita tu cariño.

–Felicítate por los pequeños logros: cada paso vale mucho, por más pequeño que sea, valóralos.

–Háblate como lo harías con alguien a quien amas

–Sé paciente y amable contigo mismo

Recuerda que tú eres únic@, que no debes compararte con nadie más porque siempre será mejor ser tú mism@ que ser alguien más. Comprenderte y aceptarte tal y como eres no es tarea fácil, pero con motivación y voluntad todo se logra. Busca tus cualidades así como tus defectos, porque todo es parte de ti. Dales un espacio en tu vida y quiérete.

Un abrazo infinito.