Atrévete a mirarte

-¿Cómo estás? le pregunto.
-Mal (me responde sonriendo)
-¿Y por qué sonríes?
-“No se” (Se pone a llorar)
Nos da miedo enfrentar nuestras emociones, nos da miedo aceptar y ver cuando algo nos hace daño porque creemos que al profundizar en lo doloroso no tendremos salida y que es más fácil hacer “como si nada pasara”. La verdad es que, solo al mirar, eres capaz de enfrentar y de superar.
La rabia y la tristeza son emociones que a veces confundimos, y que intentamos evitar. Pero evitando, no desaparece. Solo la tapamos y la ayudamos a crecer poco a poco….
Si necesitas llorar, llora.
y, Si quieres reír, ríe.
Todas las emociones se nos presentan como una señal o respuesta a lo que está sucediendo en nuestro alrededor. ¿Eres consciente de cada emoción que sientes? ¿Sabes cómo manejarlas? ¿Sabes cuando se te presentan? ¿Las sientes en alguna parte del cuerpo?
Si aprendemos a observarnos y a comprender nuestras propias emociones, seremos capaces de manejar nuestra reacción frente a ellas y esto nos ayudará en nuestras relaciones y a mejorar nuestra calidad de vida.
Las emociones son fundamentales en nuestro día a día, son las que, en gran medida, nos impulsan a tomar decisiones. Sabiendo esto, podemos notar como nuestro estado de ánimo determina nuestro comportamiento.
Entonces, si nosotros aprendemos a vernos, a conocernos y a entendernos, lograremos tener un autocontrol emocional importante y así motivarnos a actuar en busca de lo que queremos.
Además, al desarrollar nuestra inteligencia emocional, aprenderemos a ponernos en los zapatos de los demás, y así, gracias a la empatía, mantener relaciones más sanas y duraderas con los que nos rodean.
“No podemos elegir nuestras circunstancias pero sí como respondemos ante ellas”.
Atreviéndote a mirarte, aprenderás a gestionar tus emociones y sacarles el mayor beneficio.
Un abrazo infinito.